sábado, 12 de septiembre de 2009

Plan de sesión para enseñar en clase de pedagogía y filosofía

Es el proyecto de actividades convenientemente estructuradas y distribuidas que deben desarrollarse en un determinado tiempo y en función de los objetivos instruccionales.

importancia
relacionar actividades del instructor con estudiantes
se controla instruccion evitando desviaciones
evita improvisaciones
facilita los contenidos
propicia conducion de las sesiones

Factores a considerar:

Características de los participantes
Condiciones de tiempo y lugar
El contenido que se abordara
El contenido que se abordará
El proceso de evaluación
Bibliografía.

Planeación de actividades por sesión para enseñar en clase de pedagogía y filosofía

La Planeación es la etapa en la que se estructura de principio a fin todo aquello que implica la ejecución del proceso instruccional.
Exige la toma de decisiones, la organización, el control y la evaluación total de la labor llevada a cabo. Indica a su vez, los propósitos de la instrucción, por lo tanto, la planeación consiste en la determinación de los procedimientos más adecuados para llevar a cabo los programas.
Las razones por las cuales la planeación se hace necesaria son:
- Hacer que la labor instruccional sea más consciente y mejor percibida y comprendida en sus detalles y en su totalidad.
- Determinar los objetivos que se desean alcanzar.
- Precisar los recursos materiales y humanos que se hacen necesarios.

Técnicas didácticas para enseñar en clase de pedagogía y filosofía

En capacitación los objetivos se clasifican de la siguiente manera:
OBJETIVOS Son los que se formulan para todo el plan de
GENERALES de Capacitación y de ellos se desprenden
los programas de capacitación.
OBJETIVOS Son los que se diseñan para los programas
PARTICULARES de capacitación, mismos que pueden
elaborarse por área, nivel, problema, territorio.
OBJETIVOS Son los que se diseñan para cada uno de los
TERMINALES cursos de capacitación, donde se indican
desde luego las conductas a lograr por los
participantes.
OBJETIVOS Son los que se diseñan para cada uno de los
ESPECIFICOS temas que están contenidos en los cursos.

TECNICAS DE ENSEÑANZA

Propósito de la Unidad
- Al término de la unidad los participantes analizarán las
características, usos y aplicaciones de la técnica de
enseñanza.
La didáctica en términos muy simples pero eficaces es el "arte de enseñar".
Factores esenciales de la didáctica.
- Análisis del participante.
- Edad.
- Sexo
- Escolaridad
- Aptitudes
- Experiencias en la materia
- Motivaciones.
Análisis de la materia.
Contenido temático.
Unidades de instrucción.
Puntos clave (para ilustrarlos, para definir tiempo de la enseñanza).

ELEMENTOS DEL PROCESO DE COMUNICACIÓN

Hablar siempre implica pensar; por eso, el instructor siempre debe:
Tener conocimiento sobre el tema.
Tener conciencia de lo que dice.
Utilizar el lenguaje adecuado.
Demostrar una personalidad congruente con lo que dice.
Para que la comunicación exista, se necesita otro ingrediente; un receptor. El grado de éxito que se alcanza al transmitir al oyente sus ideas y sentimientos es una manera de medir la efectividad de la comunicación oral.

La comunicación en el proceso enseñanza-aprendizaje en la clase de pedagogía y filosofía

El instructor debe recordar que la comunicación oral está integrada por palabras, voz y acción, y su fin es trasmitir ideas y sentimientos a los participantes. La comunicación es inevitable; no existe posibilidad de no comunicarse.
Nuestra sola presencia en el aula, nuestra forma de vestir, de hablar o cualquier otro detalle, comunica a los capacitandos algo, y ellos lo perciben y lo interpretan de acuerdo a su marco de referencia.
El instructor, por lo general, invierte mucho tiempo en hablar, mostrar, explicar, escuchar y en general en comunicarse con sus participantes. De tal manera, que si no se expresa y no escucha de manera más efectiva, cualquier estrategia de enseñanza-aprendizaje que utilice, estará condenada al fracaso.
En lo que se refiere a la dinámica del aprendizaje, una de las principales habilidades que el instructor debe desarrollar es la de comunicarse con efectividad. Ser sensible a los sentimientos de su grupo, empático con sus intereses y temores, atento para solucionar las dudas y sobre todo inspirar confianza para que el grupo pueda plantear todas sus dudas y expectativas y con ello el aprendizaje se dará lo mejor posible.

lunes, 7 de septiembre de 2009

domingo, 6 de septiembre de 2009

ECLIPSE DE SOL

CHEQUEN ESTE VIDEO

FILOSOFIA Y PEDAGOGIA


QUE BONITO LUGAR

Introducción a la didáctica

La palabra Didáctica proviene de la palabra griega didastékene, nacida de la combinación de los vocablos didas "enseñar" y tekne "arte".

Segun la Real Academia Española es el arte de enseñar. También se podría considerar la ciencia que investiga y experimenta nuevas técnicas de enseñanza. Según otras versiones, es el arte de saber transmitir los conocimientos de la forma mas adecuada para su asimilación.

La didáctica es el campo disciplinar de la pedagogía que se ocupa de la sistematización e integración de los aspectos teóricos metodológicos del proceso de comunicación que tiene como propósito el enriquecimiento en la evolución del sujeto implicado en este proceso.

A lo largo de la historia encontramos tres posiciones frente a la didáctica. Empezó siendo una de las tres ramas de la pedagogía. Más tarde la sustituyó, cuando ciertos autores quitaron quitaron a la pedagogía su categoría de ciencia. Finalmente encontramos una tercera posición que considera la didáctica una de las ciencias de la Educación, considerando la Pedagogía como la ciencia integradora que la engloba.

FREIRE

Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los estudiantes no han hecho
Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado
Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos
Enseñar exige la corporización de las palabras "por el ejemplo"
Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando
Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad
Enseñar exige saber escuchar
Enseñar no es transferir conocimiento
Nadie es, si se prohíbe que otros sean
La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación




http://www.youtube.com/watch?v=zwri7pO8UHU

BIENVENIDOS AL BLOG DE HUGO ESPINOSA

LES DOY LA MAS CORDIAL BIENVENIDA

Froebel (1782-1852)

Froebel (1782-1852) concibió la educación como el desarrollo del elemento divino que hay en el ser humano, aquella función que permite a éste descubrir la presencia de Dios en su interior. Planteó que a través del juego el educador puede descubrir los intereses del niño.

Pestalozzi

Para Pestalozzi, indican Soto y Bernardini (1981), las facultades o fuerzas esenciales que la educación deberá despertar en el niño son tres: el corazón, la mente y la mano. Como Kant, Pestalozzi concibió el problema educativo como problema de espontánea conciliación entre la libertad del educador y la libertad del educando. Pensaba que dicha conciliación se consigue mediante el amor.

Kant (1724-1804)

Kant (1724-1804) se planteó el problema educativo como problema de espontánea conciliación entre la autoridad del educador y la libertad del educando. La pedagogía de Kant se puede definir como la pedagogía de la razón mientras la de Rosseau podría definirse como la pedagogía del sentimiento.

Locke (1632-1704)

Locke (1632-1704) precisó como principio básico de la sociedad humana el de la libertad y por tanto, consideró como fin primordial de la educación la formación del carácter y de la inteligencia libre. Para Rosseau (1712-1778) la educación era el camino directo para construir al nuevo ser humano que viviría en una nueva sociedad. El pensamiento pedagógico de Rosseau se centró en la tesis de la bondad originaria de la naturaleza humana.

Comenio (1592-1670)

Consideraba que el ser humano como creación divina tiene en sí el germen de todas las cosas y por consiguiente la función del educador tenía que limitarse a estimular desde el exterior el desarrollo de estos gérmenes. Derivó dos grandes principios pedagógicos: debe enseñarse todo a todos y la educación debe imitar a la naturaleza. Para él las leyes educativas más importantes eran: la enseñanza intuitiva, es decir, basada en la experiencia y el contacto directo con la naturaleza, y la enseñanza cíclica en los diferentes grados escolares.

Sobre el devenir histórico de la educación como ciencia y/o pedagogía[1]


La educación ha acompañado al ser humano siempre, al menos desde que este tiene uso de razón. Las primeras manifestaciones del fenómeno educativo deben ubicarse en el plano de lo que hoy identificamos como “educación informal”.
Más adelante, como indica Lemus[2], al acumularse gran cantidad de contenido cultural no fue posible que las generaciones jóvenes lo adquirieran por medio de la simple imitación. Además, cuando las generaciones adultas tomaron conciencia de la necesidad de conservar, depurar y transmitir este contenido nació la educación intencional. Según este autor esta depuración y transmisión fue asumida primero por la familia, pero luego fue necesaria la participación de personas especializadas, es decir, de los maestros y las maestras, incluyendo en algunos episodios a los sacerdotes[3].
Entre los pensadores griegos y romanos de la antigüedad podemos encontrar algunas reflexiones sobre el fenómeno educativo. De acuerdo con Lemus, se conocen meditaciones relacionadas con el problema de la educación de Sócrates y los presocráticos. Los escritos de Platón, Aristóteles, Quintiliano y Séneca, entre otros, son obras de profundo sentido pedagógico, nos dice este autor. Para Ordoñez (1996), obras como La República y Las Leyes de Platón contienen explícitamente el diseño de sistemas de educación.
La educación griega se caracterizó por la gran importancia que tuvo el Estado (estado-ciudad o polis). El individuo al ser considerado un ciudadano tenía que ser educado por y para el Estado. La educación romana se distinguió por la importancia que atribuyó a la familia y por la inmediata y constante conexión con la vida diaria y sus necesidades.
Con la llegada del cristianismo la educación sufrió un cambio profundo. Las primeras escuelas cristianas tenían un objetivo muy claro: enseñar las verdades cristianas como preparación para el bautismo. Mientras el estado cuidaba de la instrucción y formación de las personas, las comunidades cristianas cuidaban de la formación moral y espiritual de sus miembros. Los padres de la iglesia, con el fin de defender la verdad cristiana contra el pensamiento pagano y las herejías, intentaron conciliar ambas posturas mediante la subordinación de la razón a la fe.
Durante la edad media Carlomagno, convencido de la importancia de la educación, decretó en el año 789 que los párrocos instruyeran en las escuelas a todos los niños de la parroquia, fueran nobles o plebeyos. A partir del siglo XII nacieron las universidades y adquirió importancia en el campo educativo la escolástica, enfoque con el que se pretendió conciliar de manera sistemática la verdad cristiana con el pensamiento antiguo, sobre todo a través de Aristóteles, subordinando la fe a la razón. Tomás de Aquino (1225-1274) es el representante por antonomasia de la escolástica.
Durante el Renacimiento se da un retorno a los estudios clásicos. En nombre de un nuevo concepto del hombre y de la naturaleza, se produjo una reacción contra la trascendencia medieval y escolástica. Dentro de los pedagogos importantes de este período está Vittorio Da Feltre (1378-1446) quien consideraba la educación como alegría del espíritu, después de una formación rigurosamente religiosa de la personalidad.

La Educación como Pedagogía o como Ciencia de la Educación

Resumen


El estatuto científico de la Pedagogía ha sido, y es, objeto de numerosos debates. En este artículo me interesa discutir la temática con la finalidad de tomar posición. Para ello se examina el devenir histórico de la educación y diversas posiciones sobre la cientificidad de la Pedagogía, para llegar a conclusiones.
Nadie ignora todo, nadie sabe todo.

Paulo Freire

Teoría del Conocimiento



Es importante el clarificar en que consiste el acto de conocer, cual es la esencia del conocimiento, cual es la relación cognoscitiva entre el hombre y las cosas que lo rodean. A pesar de que es una operación cotidiana no hay un acuerdo acerca de lo que sucede cuando conocemos algo. La definición más sencilla nos dice que conocer consiste en obtener una información acerca de un objeto. Conocer es conseguir un dato o una noticia sobre algo. El conocimiento es esa noticia o información acerca de ése objeto.

En todo conocimiento podemos distinguir cuatro elementos: El sujeto que conoce, El objeto conocido, la operación misma de conocer, El resultado obtenido que es la información recabada acerca del objeto. (J. HESSEN, 24)
Dicho de otra manera: el sujeto se pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca del mismo. Cuando existe congruencia o adecuación entre el objeto y la representación interna correspondiente, decimos que estamos en posesión de una verdad.
El ser humano puede captar un objeto en tres diferentes niveles, sensible, conceptual y holístico. El conocimiento sensible consiste en captar un objeto por medio de los sentidos; tal es el caso de las imágenes captadas por medio de la vista. Gracias a ella podemos almacenar en nuestra mente las imágenes de las cosas, con color, figura y dimensiones. Los ojos y los oídos son los principales sentidos utilizados por el ser humano. Los animales han desarrollado poderosamente el olfato y el tacto. (J.HESSEN, 30,31)
En segundo lugar, tenemos el conocimiento conceptual, que consiste en representaciones invisibles, inmateriales, pero universales y esenciales. La principal diferencia entre el nivel sensible y el conceptual reside en la singularidad y universalidad que caracteriza, respectivamente, a estos dos tipos de conocimiento. El conocimiento sensible es singular y el conceptual universal. Por ejemplo, puedo ver y mantener la imagen de mi padre; esto es conocimiento sensible, singular. Pero además, puedo tener el concepto de padre, que abarca a todos los padres; es universal. El concepto de padre ya no tiene color o dimensiones; es abstracto. La imagen de padre es singular, y representa a una persona con dimensiones y figura concretas.

La vocación cotidiana de la Educación Social y de su Pedagogía como



Las complejas y cambiantes circunstancias en las que se inscribe el quehacer
pedagógico en la sociedad contemporánea, acentúan la percepción de la educación como una práctica cotidiana.
De hecho, lo ha sido siempre, aunque sus modos de proyectarse en la biografía individual y colectiva de los sujetos nunca –como en la actualidad– nos hicieron tan conscientes de su trascendencia para la satisfacción de determinadas necesidades y aspiraciones ligadas a logro de unas mínimas condiciones de bienestar social y de calidad de vida: la inserción en el mercado laboral, el disfrute del tiempo libre, el cultivo de ciertas habilidades y competencias, el acceso a las nuevas tecnologías, la autonomía y el equilibro personal, etc.

De la relación entre pedagogía y filosofía.


Pedagogía trata de la enseñanza y con ello deben de ver todos aquellos que se digan maestros. No en el término de los títulos, sino referido al arte de enseñar.
Y conste que no estoy hablando de la didáctica, porque esta se avoca sólo a específicas estrategias para impartir un tema determinado. Pero la pedagogía no se queda en eso. Profundiza en la teoría y en la práctica de enseñar y aprender.
Por eso también requiere tener una idea de lo que implica la relación entre quien enseña y el que aprende. Ya no se trata, ahora, de concebir al alumno y al maestro como sujetos con un mismo nivel de desarrollo cognoscitivo, psicológico y afectivo. Sino que, además, cada uno debe entender que cada sujeto es capaz de construir su propio conocimiento, ¿Pero en efecto, lo es, lo puede ser? ¿O es solamente una visión teórica de Piaget, sin que hasta la fecha haya dado resultado? Puesto que cierto es, los programas que rigen a la educación en nuestro país, si bien tienen ese perfil, los maestros no lo tienen, a veces ni siquiera en la propia teoría.
La pedagogía trata de conducir al sujeto en el proceso de aprendizaje. Por eso quien enseña tiene que ser un excelente profesor, pedagogo, conductor, facilitador, coordinador, o como las corrientes pedagógicas quieran nombrarlo.
Pero en México, la gran mayoría que se ocupa de enseñar, sea el nivel básico de las primeras letras o de preescolar, sea del nivel que fuere, carecen de un proceso formativo en el análisis de los problemas de la pedagogía, de sus estrategias y técnicas, de la sicología de los sujetos que aprenden, de los propios traumas de quienes se autonombran profesores.
En la vida cotidiana de cada escuela hay uno que se hizo profesor porque no había otra actividad a qué dedicarse, o porque la oportunidad se le presentó para heredar la plaza de su padre, de su tío o simplemente la pudo adquirir en la cuota módica de 200 mil pesos.

Pronunciamiento contra la Desaparición de la Filosofía en la Reforma Educativa Mexicana


La comunidad filosófica nacional, se encuentra seriamente preocupada por la desaparición de la filosofía en los planes y programas de estudio de las instituciones de enseñanza media superior de todo el país, como se ha establecido en la “Reforma Integral de Educación Media Superior” (RIEMS) publicada el 26 de septiembre de 2008 en el Diario Oficial de la Federación, a través del Acuerdo 442.
Esta reforma busca unificar la enseñanza en todos los subsistemas a partir de lo que denomina “competencias y habilidades,” cuyo fin es el de formar a individuos que se incorporarán al mercado de trabajo nacional, en el marco de la llamada “globalización”. En la RIEMS, la filosofía se ha eliminado del conjunto de disciplinas básicas y el único papel que se le asigna se expresa en un pie de página del mencionado acuerdo, en donde se declara que tendrá “un carácter transversal” y “podrá incluirse si se considera pertinente”, es decir, en forma evidentemente aleatoria y discrecional.
Así mismo, las humanidades se omiten como área básica en la formación de los estudiantes, considerándose indispensables y suficientes sólo a las Matemáticas; algunas ciencias naturales y sociales y la comunicación.Es evidente que los rasgos generales de esta reforma provienen de las indicaciones de la OCDE y de los Acuerdos de Bolonia y el Proyecto Tuning para la Unión Europea que no son pertinentes para nuestro país, el cual debería realizar una reforma educativa tomando en cuenta su propia historia y sus características como nación. De igual forma, las críticas que han surgido en Europa al Plan Bolonia deberían de ser interpretadas como un llamado de atención a los autores e impulsores de esta reforma. Por otro lado, el gobierno mexicano no debería estar en contra de las principales orientaciones de la UNESCO, organismo que ha estado realizando esfuerzos universales justamente en un sentido opuesto, es decir, para que la filosofía, por su carácter humanístico, no sólo se enseñe en el bachillerato sino en todos los ámbitos de la sociedad.
La UNESCO, de la cual forma parte activa nuestro país y aprueba sus resoluciones, ha expuesto de manera expresa a través de sus documentos, que la filosofía contribuye a la formación de la ciudadanía; el respeto a la multiculturalidad; los derechos humanos; el pensamiento crítico y la democracia, objetivos aducidos, al menos en apariencia, por la RIEMS.
Desde la República Restaurada hasta ahora, la filosofía ha sido uno de los principios rectores que guiaban los planes y programas de estudio del bachillerato; sin embargo hoy, por primera vez, se decide en forma inconsulta, eliminar las materias filosóficas empezando por la lógica, que desde los tiempos de Gabino Barreda, cumplía la función de proporcionar al estudiante los elementos necesarios para la formación de un pensamiento correcto.
De igual forma, se puede demostrar ampliamente la importancia y necesidad de otras disciplinas como la ética, la estética, la teoría del conocimiento o la historia de la filosofía como parte esencial de la formación de los estudiantes. Lejos de lo que pudiera pensarse, estas disciplinas contribuyen a que cualquier persona desempeñe de una mejor manera cualquier actividad.La enseñanza de la filosofía, implica el desarrollo de una formación que tiene como resultado la constitución de ciudadanos con un pensamiento crítico, autónomo y reflexivo. Este primer contacto, y por desgracia, casi único, de los jóvenes con el quehacer filosófico, los hace más conscientes de sí mismos y del mundo en que viven, permitiéndoles una verdadera educación en valores frente a la corrupción, la desigualdad extrema, la discriminación y la ignorancia.La nueva reforma de la SEP, concentrada en el adiestramiento práctico-utilitario, atenta en contra de este tipo de formación, en un mundo cuyas tendencias principales son el productivismo que ha llevado a la destrucción de los sistemas ecológicos; la automatización y sus efectos; la inequidad; la crisis de valores y la transición hacia una nueva figura del mundo.Por todo lo anterior, los abajo firmantes, Presidentes de Asociaciones filosóficas nacionales; directores de Facultades, Departamentos e Institutos de filosofía y humanidades, y miembros de la comunidad filosófica nacional, e internacional, nos pronunciamos, en forma enérgica, en contra de la marginación y desaparición de la filosofía como parte de la formación básica del bachillerato y solicitamos a la SEP su integración como disciplina básica. De no adoptarse esta medida, además de la grave ausencia de una formación humanística del estudiante, inevitablemente llevará a la desaparición de las carreras de filosofía en todo el país ocasionando un profundo daño a la cultura y la vida nacionales.
La comunidad filosófica nacional no está en contra de formar a personas en el más alto nivel de sus capacidades y habilidades, pero al mismo tiempo considera como absolutamente necesaria una formación filosófica para que pueda cumplirse dicho fin.Hacemos un llamado a las Instituciones de Educación Superior de México y el mundo, a las asociaciones profesionales y a la opinión pública a sumarse a esta declaración.

FILOSOFIA Y PEDAGOGIA

A favor de la filosofía
El filósofo no es un experto, sino quien dobla al experto: el especialista para escenas de peligro.Sin duda hoy la filosofía no es la chica más guapa de la clase ni tampoco la más popular.
Pierde horas en los planes de estudio y para colmo se la empareja en algunos cursos con Ciudadanía, lo cual es el mejor modo de fastidiar por igual ambas materias.
Yo creo que uno de los problemas principales del estudio de la filosofía es lograr entender de qué va o, mejor, cogerle la gracia: como los chistes. No es tan fácil.Isaiah Berlin empezó su vida académica como filósofo (era uno de los discípulos predilectos de Wittgenstein) pero luego dejó este primer amor para dedicarse a la historia de las ideas; cuando se le preguntó por las razones de tal cambio, repuso: “Es que quiero estudiar algo de lo que al final pueda saber más que al principio”.En efecto, la filosofía trata de cuestiones no instrumentales —como las que se plantea la ciencia— y que por tanto nunca pueden ser definitivamente solventadas: sus respuestas ayudan a convivir con las preguntas, pero nunca las cancelan.De ahí que quienes aconsejan con impaciencia a los filósofos acogerse a la psicología evolutiva o a las neurociencias sencillamente no entienden el chiste ni ven la gracia al asunto.Como bien indica Giacomo Marramao en Kairós (editorial Gedisa), “las interrogaciones filosóficas se sirven de la experiencia y no del experimento, y por ello sólo pueden utilizarse en los símbolos, metáforas, palabras clave con las cuales intentamos conocer la realidad en que vivimos”.

Quizá la mejor caracterización de la inquietud filosófica es señalar que se ocupa de “las interrogaciones que a todos nos conciernen”, no en cuanto preocupados por tal o cual sector del conocimiento, sino en lo que toca a nuestro común oficio de vivir como humanos.Éste es el planteamiento básico sustentado por Víctor Gómez Pin en su Filosofía (Gran Austral, editorial Espasa Calpe), una introducción general a la materia que puede resultar ardua para quien apetezca simplificaciones de manual pero que resulta provechosa a cuantos crean que lo importante siempre resulta también exigente.Gómez Pin no rehúye partir de los avances de la matemática y otras ciencias, pero busca sin cesar establecer ese nivel común a la inquietud humana general que es propiamente filosófico.Porque no debe olvidarse —como bien dice Odo Marquard— que el filósofo no es un experto, sino quien dobla al experto: el especialista para escenas de peligro.Otro camino de acercarse al chiste filosófico pasa a través de la vida y obra de algunos grandes pensadores. Las ediciones Marbot, que han iniciado recientemente con acierto y buen gusto su andadura, proponen dos libros excelentes a tal propósito.Cada uno de ellos está centrado en un filósofo, desde enfoques muy distintos aunque ambos bien logrados.

Quienes por razones espuriamente funcionales tratan de disminuir hoy su peso en la enseñanza, pretenden sin duda también la sumisión al poder incuestionado y no la mera eficacia laboral.